No es cuestión de apariencias

Son las 4:00 de la tarde, es un día bastante soleado, sonia va muy de prisa, no muy bien vestida y  con unos manuales en las manos, a una entrevista de trabajo.

Por otro lado, Jennifer va totalmente calmada en su auto de lujo, con un celular en las manos y muy bien vestida, va también a una entrevista de trabajo.

Sonia llega apresurada a la empresa en cuestión, el empleo que solicita es muy importante para ella, de obtenerlo le pagarian muy bien, otras mujeres fueron también a la entrevista, pero ninguna dio la talla, sonia preguntó a la recepcionista por el lugar al que debía acudir, ella le indicó y la joven se sentó a esperar su turno, cuando llegó la hora de entrar, vio que salía de la oficina una joven muy bella y bien vestida, no hizo mucho caso y entró, Sonia mostró tener las capacidades necesarias para ocupar el puesto, era muy inteligente y lista, pero desgraciadamente fue descalificada, solo porque no fue bien arreglada a la entrevista, era una muchacha pobre, que lo más que podía hacer era ir vestida decentemente, sus estudios universitarios los había cursado en la Universidad del estado, donde se graduó con honores, con calificaciones extremadamente altas. Sin embargo todo parecía derrumbarse ahora, por una simple apariencia, la joven se preguntaba ¿ En qué clase de país vivo? Impotente y con lágrimas en los ojos.
Después de unos días volvió a sonreir, puesto que no era de las que se dejaba vencer fácilmente, recuperó el ánimo y continuó buscando empleo.

Mientras que Jennifer no tenía ningún tipo de preparación, solo había llegado hasta el octavo curso y se dedicó más tarde a vivir de los hombres, pero como era una mentirosa, inescrupulosa y materialista, los hombres se alejaron de ella con el tiempo, por lo que tenía que sobrevivir de alguna forma, pues ya nadie creía en ella.
Jennifer fue calificada para el puesto, pues el director ejecutivo de la empresa la vio saliendo de la oficina esa tarde y comenzó a cortejarla, luego saliefon juntos y juzgen ustedes todo lo que pasó en esa salida.
Pasaron los días y Jennifer iba de maravilla en su puesto, no sabía resolver ningún tipo de problemas y maltrataba verbalmente a los clientes con frecuencia, puesto que no estaba preparada para el cargo, pero tenía algo que tal vez otra chica no tenía: Una buena apariencia.

Texto: Silvia Vicente.