Luís y Rafaela eran una pareja de novios muy unida, se amaban mucho, compartían todo, tanto se amaban que iban a casarse, pero sus familias no veían bien ese casamiento, puesto que ninguno de los dos había terminado los estudios, ya que eran muy jovencitos.
Un día Rafaela visitó a Luís y no había nadie en su casa más que él, Luís estaba dormido, pues era muy temprano y ella abrió la puerta, tenía un juego de llaves entregadas por él mismo para cualquier cosa que se ofreciera, cuando ella abrió la puerta vio que no había nadie y fue a la habitación de su prometido, de inmediato lo despertó y comenzaron a conversar cosas muy íntimas, tan íntimas que terminaron haciendo el amor.
Unas semanas después Rafaela se dio cuenta de que estaba embarazada, sus padres querían matarla, pero después lo tomaron con calma, los padres de Luís al principio también reaccionaron de esa forma, pero después se les pasó.
Conforme pasaba el tiempo el vientre de Rafaela crecía más y más, era inevitable Rafaela y Luís iban a casarse, continuaban amandose más que nunca, más ahora que había alguien que los unía ( El bebé).
Una noche Luís iba a casa de Rafaela a visitarla, tenía algo muy importante que decirle, cuando de repente se le atravesó un carro negro, de su interior salieron unos sujetos encapuchados y arremetieron contra él, le dispararon, le quitaron todo y se fueron, Luís murió en el acto.
Pasado un mes Rafaela visitaba la tumba de Luís, donde no dejaba de mirar su retrato con tristeza e impotencia, sabía que nada podría devolverle a su amado, nisiquiera su sed de venganza contra esos sujetos.
Texto: Silvia Vicente.
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