Angélica era una niña muy querida por todos en su pueblo, era bailarina de ballet desde muy pequeña, poseía un gran talento para la danza, ahora tenía 11 años, pero había un problema a ella le encantaban las bebidas energéticas y la comida rápida, las cuales consumía en exceso.
Los familiares de Angélica eran todos adictos a ese tipo de cosas, se sentaban frente al televisor por horas y todos los comerciales que veían era sobre lo sabrosa que era esta comida, se les hacía la boca agua y pronto iban a comprar todo tipo de bebidas y comidas a la calle, con el tiempo hasta dejaron de cocinar en casa, y se pusieron obesos.
Pasaba el tiempo y toda la familia empezó a sufrir de un sin número de enfermedades, las cuales no sabían de donde provenían, la única que estaba sana era Angélica, quien estaba más delgada que los demás, pero con el paso de los días estaba adquiriendo un peso considerable, pronto tuvo que dejar de bailar, porque ya su peso no se lo permitía, cada vez que intentaba dar un paso, se cansaba enormemente.
Cierto día, Angélica cansada de llorar y depresiva se sentó en un banco del parque que estaba frente a la iglesia del pueblo y escuchó algo, era una campaña en contra de la influencia de las industrias.
Angélica se acercó, de inmediato le dieron un broshure y la invitaron a sentarse, la campaña duró más de dos horas, mediante recursos audiovisuales como vídeos, charlas y otras cosas Angélica cambió su manera de pensar en cuanto a las industrias y al llegar a casa le informó a toda su familia lo que había descubierto, la familia de la niña decidió comenzar a cuidarse, a pesar de que había quienes ya tenían cáncer, lo descubrieron más tarde, por tal causa Angélica se unió a la campaña queriendo ayudar a otros a no dejarse influenciar por las industrias.
Pasados unos meses Angélica perdió mucho peso, le costó mucho dejar de comer comida chatarra, pero con el tiempo aprendió a comer sanamente y continuó con sus clases de ballet, ganando más tarde el premio a la mejor bailarina de ballet del pueblo, su familia se alegró bastante y decidieron llevar carteles a la premiación, el mensaje que habían escrito era:
NO TE DEJES MANEJAR DE LAS INDUSTRIAS, PUES A ELLOS POCO LES IMPORTAMOS, SOLO QUIEREN NUESTRO DINERO, MANTENERNOS ATADOS, LAS COMIDAS Y LAS BEBIDAS ENERGIZANTES TE ENFEEMAN, ESCAPA AHORA QUE PUEDES, NO SIGAS SIENDO UN TÍTERE DE ELLAS.
Texto: Silvia Vicente.
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